Educación
Sus pasiones son duraderas y aunque disfruta de las llamaradas, prefiere finalmente brasas candentes. Necesita amar por admiración. El hombre Leo, seductor constante, multiplica sus aventuras para afirmar su poder. Un tanto misógino, solo se redimirá si encuentra un ídolo al que adorar. La mujer puede negarse al amor, obstáculo frecuente de su ascenso social. Prototipo de mujer radiante, se fijará en parejas dominables con las que pueda entregarse al amor protagónico.
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